La llegada de Tesla a Colombia ha sido un hito importante en el desarrollo del mercado de vehículos eléctricos. En un país donde las alternativas ecológicas aún luchan por hacerse un lugar, el gigante estadounidense ha logrado captar la atención de consumidores colombianos con su propuesta de vehículos de alta gama y cero emisiones. No obstante, su impacto no solo se limita a las ventas, sino también a la confianza de los consumidores.
Desde su ingreso al mercado colombiano, Tesla ha generado expectativas sobre la disponibilidad de automóviles eléctricos de lujo, pero también ha señalado la necesidad urgente de invertir en infraestructura para que los consumidores “vuelvan a confiar” en esta tecnología. Con la presencia de Tesla en Colombia, otros fabricantes de autos eléctricos han comenzado a replantear sus estrategias de mercado, con un enfoque más accesible para los colombianos, apostando por precios más competitivos y mayores garantías.
En 2024, Tesla ha anunciado una expansión de su red de supercargadores en Colombia, lo que es una señal clara de su compromiso para “volver” a generar la confianza perdida en otros mercados latinoamericanos. Los expertos aseguran que, si bien la competencia será dura, la incorporación de Tesla podría ser clave para transformar la industria automotriz en Colombia hacia un futuro más limpio y accesible.