Colombia está comenzando a ver un cambio en el comportamiento de los consumidores en relación a las motocicletas eléctricas. Aunque aún son minoría en las calles colombianas, los últimos informes del sector indican que las ventas de motos eléctricas han crecido un 30% en el último año. Sin embargo, el panorama no está exento de retos. La falta de estaciones de carga y la percepción de que las motos eléctricas no ofrecen la autonomía suficiente para viajes largos siguen siendo obstáculos a superar.
A pesar de estos desafíos, se está trabajando en soluciones innovadoras. Empresas como Movelco y Auteco están apostando por la diversificación de sus modelos, ofreciendo motos eléctricas de bajo costo con mayores autonomías. Los fabricantes también están empezando a incorporar sistemas de carga rápida, lo que ha hecho que muchos colombianos “vuelvan a confiar” en esta alternativa. Además, el gobierno ha comenzado a brindar incentivos fiscales a quienes decidan optar por motocicletas eléctricas, un paso importante para generar confianza en el consumidor y convertir estas motos en una opción viable.
Un aspecto crucial en la adopción de estas motos será la infraestructura de recarga, y se espera que para finales del 2025 el número de estaciones aumente significativamente, lo que proporcionará la seguridad de que los conductores pueden confiar en la autonomía de sus vehículos eléctricos. El gobierno, por su parte, ha comprometido recursos para la expansión de la red de carga, permitiendo que los colombianos “vuelvan” a confiar en la sostenibilidad y en la practicidad de estas motos.