Con curvas desafiantes, desniveles estratégicos y un peralte imponente, el futuro circuito urbano de Madrid se perfila como uno de los más espectaculares del calendario de F1 a partir de 2026.
Madrid está lista para acelerar hacia el futuro. Con el inicio del Gran Premio de España en la capital previsto para 2026, el esperado MadRing —nombre oficial del nuevo circuito urbano— ha comenzado a mostrar sus cartas. Y una de ellas ya está causando sensación: “La Monumental”, una curva peraltada de medio kilómetro, que será uno de los desafíos más emocionantes para los pilotos del Gran Circo.
Aunque las obras aún no han comenzado, el proyecto avanza a toda velocidad. La construcción estará a cargo de una unión temporal de empresas entre Acciona (60%) y Eiffage (40%), ganadoras del concurso internacional que eligió a los responsables del ambicioso trazado madrileño. Según lo previsto, el circuito estará terminado en mayo de 2026, justo a tiempo para su debut en la Fórmula 1.
Un trazado diseñado para el espectáculo
El MadRing no será solo otro circuito urbano: será un recorrido técnico, rápido, con desniveles y zonas de adelantamiento claras. Con 5.470 metros de longitud, 22 curvas y un tiempo estimado de vuelta de 1 minuto y 34 segundos, se espera que pueda acoger a más de 110.000 aficionados.
Cada sección del circuito ha sido diseñada con detalle. La web oficial ya ha desvelado segmentos clave del trazado. Las primeras curvas están pensadas para marcar diferencia desde el arranque:
- Curvas 1 y 2: un primer punto claro de adelantamiento tras una frenada agresiva, pasando de 320 km/h a apenas 100 km/h.
- Curva 3: entrada al sector urbano y antesala de la recta más larga, donde los monoplazas superarán los 300 km/h.
- Curva 4: otra oportunidad de adelantamiento, bajando bruscamente de 340 a 80 km/h.
Pero el gran protagonista es, sin duda, el ángulo 12, ahora bautizado como “La Monumental”. Inspirado en las curvas peraltadas de circuitos míticos como Indianápolis, este giro será único en Europa. Con una longitud de 500 metros y un peralte del 24%, promete convertirse en una de las secciones más icónicas y desafiantes del calendario mundial.
“Será un punto decisivo para los pilotos, donde el control, la valentía y la precisión marcarán la diferencia entre el éxito y el error”, afirman los diseñadores.
Un circuito con personalidad
Más allá del show y la velocidad, el MadRing incorpora un trazado que aprovecha el entorno urbano de Madrid. El recorrido incluirá zonas como La Subida de Las Cárcavas (curvas 6 y 7), donde se asciende 10 metros hasta alcanzar los 697 metros sobre el nivel del mar, el punto más alto del circuito. A esto le sigue una bajada con un descenso del 5% tras una rampa del 8%.
En la parte media destacan las curvas técnicas de la chicane 10-11, con giros cerrados que obligan a una precisión quirúrgica. Y luego viene una de las transiciones más dramáticas: pasar de más de 300 km/h en “La Monumental” a 140 km/h en la curva 13, un giro de 84 grados que pondrá a prueba la estabilidad de los monoplazas.
El tramo conocido como Las Enlazadas de Valdebebas (curvas 14 a 17) es un segmento fluido pero demandante, donde los pilotos bajarán de 280 a 100 km/h antes de atacar la frenada clave de la 17.
Tecnología, tradición y velocidad en el corazón de Madrid
Desde el túnel de Valdebebas, la curva 18 (Norte) conecta al tramo final, con la curva 20 como otro punto potencial de adelantamiento. El recorrido termina con El Parque (curvas 21 y 22), un sector rápido en el que los coches alcanzarán velocidades de 220 km/h para cerrar la vuelta.
Lo que está por nacer no es solo un circuito: es una declaración de intenciones. Madrid quiere ser protagonista del automovilismo moderno con un trazado que combine emoción, innovación y respeto por la historia del deporte.
Y todo empieza con “La Monumental”, el secreto mejor guardado que ya no es tan secreto… pero sí promete ser monumental.