El piloto británico terminó sexto en el Gran Premio de España y no ocultó su descontento con el rendimiento de su monoplaza.
Lewis Hamilton vivió un domingo para el olvido en el Circuito de Barcelona-Catalunya. El siete veces campeón del mundo, que había tenido un buen desempeño en Mónaco una semana antes, no logró encontrar el ritmo con su Ferrari SF-25 y finalizó sexto, posición que alcanzó gracias a una penalización impuesta a Max Verstappen.
Visiblemente frustrado, Hamilton fue directo en sus declaraciones al finalizar la carrera: “En términos de equilibrio, esta fue una de las peores experiencias que he tenido en un auto de Fórmula 1”. Incluso, se comunicó con su ingeniero de carrera, Riccardo Adami, para expresar su malestar: “Hay algo que no va bien con este coche. Nunca lo había sentido tan inestable”.
Leclerc, en mejor forma
Mientras tanto, su compañero Charles Leclerc parece estar en una curva ascendente. El monegasco completó otra actuación sólida, subiendo al tercer escalón del podio, su segundo podio consecutivo y el tercero en lo que va de la temporada.
Durante las primeras vueltas en Barcelona, Leclerc evidenció una superioridad clara frente a Hamilton, quien había largado desde la quinta posición. “Necesito aire limpio para saber cuánto más rápido puedo ir. Estoy pegado a su caja de cambios”, se quejaba Leclerc por radio, presionando a la escudería para que gestionara la situación. Eventualmente, Hamilton dejó pasar a su compañero, que rápidamente tomó ventaja.
Ante el ritmo más competitivo de los rivales, Ferrari optó por llamar a Hamilton a boxes en un intento de cubrirse de posibles adelantamientos por estrategia, pero ni siquiera eso fue suficiente para mejorar su resultado.
Un resultado sin brillo, pero con explicación
La sexta posición dejó un sabor amargo para el británico, que apenas sumó ocho puntos en la clasificación del Mundial. “No fue nuestro día. La estrategia fue acertada, pero simplemente tuve una carrera muy mala”, reconoció al término de la jornada.
Posteriormente, el jefe de equipo de Ferrari, Frédéric Vasseur, aclaró que Hamilton tuvo un inconveniente técnico en el monoplaza: “Detectamos un problema en el último stint antes del coche de seguridad. Eso afectó su ritmo. Aun así, mantuvo a Russell detrás durante 45 vueltas”.
Hamilton, lejos de los puestos de privilegio y aún sin adaptarse por completo al auto, regresará a casa con más dudas que certezas, mientras la temporada sigue su curso y Ferrari apuesta por encontrar estabilidad en ambos frentes.
